26.4.10

Exposición en Pachuca, Hidalgo *LAS QUINCEAÑERAS DEL FAR FAR WEST*


LAS QUINCEAÑERA DEL FAR FAR WEST
I

Por: Andrés de Luna

Rito de paso, los quince años femenino en México, tienen el carácter solemne de la entrada en sociedad. Un antes y un ahora, las jóvenes estrenan vistosos atuendos, a veces multicolores, que exaltan la juventud.
Los tradicionalistas insisten en que se baile el vals, en que el padrino dirija un discurso y en la quinceañera sonría sin descanso frente a las cámaras o sin la presencia de éstas. Vértigo, temblor de cuerpos y de almas, el júbilo de los quince años nacionales tiene el sello de la posteridad, de lo que deja recuerdo. El pintor Ricardo Delgado Herbert, atento a los aconteceres de la cultura urbana y popular, desenrolla los hilos de la imaginación creadora y coloca en el pedestal del retrato a sus convidadas. Grupo heterogéneo que logra la coherencia gracias a las poses, a la sincronía de la edad, al gesto de la coquetería y a todo lo que es realidad y leyenda. Brillos y ojos pizpiretos integran el conjunto de Las quinceañeras del far far west. Delgado Herbert introduce elementos de esa ceremonia que restablece el orden de la cursilería, que le otorga legitimidad al futuro venturoso y que se columpia en los laureles del goce. El artista emplea las figuraciones del pop, integra registros fotográficos, dibuja y pinta con tal de colarse en la fiesta de barrio o en la del salón de eventos especiales, tan afín al gusto de la clase media. Observar estas imágenes es recorrer un juego irónico que es parte sustancial de la obra de Ricardo Delgado Herbert.

…A propósito de Las Quinceañeras del far far west II

Por: Norma Patiño

El arte del retrato está en capturar la esencia del retratado, aún cuando este sea una pintura, una estilización caricaturesca, un dibujo, o unos cuantos trazos al estilo de Cocteau.
También hay algo de los rasgos del pintor en sus personajes, es innegable que muchos de los grandes artistas les dejaban un sello inconfundible de su apariencia física, Rivera, Modigliani, Degas, Reynolds, Velázquez o Caravaggio, sus figuras se asemejan a ellos, conservan un hálito de su fisonomía. En el retrato hay un divertimento, un juego de espejos, un guiño de ojo con esa doble carga cifrada: “yo soy otro” del famoso Rimbaud. El pintor Ricardo Delgado Herbert en su serie Las quinceañeras del far far west se divierte al retratar jóvenes cuyos rostros prestados escenifican un mundo simbólico pleno de elementos de orden popular, sugestivos y fascinantes..
Las Quinceañeras del far far west o “el arte de ser quinceañera”. Alrededor de estos retratos está la ironía y un sentido humorista que trastoca los confines del imaginario de una lotería de quinceañeras, es el reflejo y la síntesis mordaz: los sueños, las fantasías, la candidez cargada de sensualidad, los besos de bilé, los corazones, las estrellas de diamantina, las flores, las prendas breves, los escotes y peinados, el color rosado y demás clichés de la “seducción femenina”.

Extraídos de su realidad, reunidos en una serie de pinturas-retratos, estos objetos encuentran un discurso autónomo que exige la mirada por su expresividad contundentes significativo que Ricardo se autorretrate bajo los mismos principios plásticos; tal vez en esa risotada pague una deuda solidaria con la tremenda sátira de sus efigies.


Fundación Arturo Herrera Cabañas
Abril 30 del 2010, 18:00 hrs
Allende 113 Col. Centro
Pachuca, Hidalgo